Brigadas Ópticas de Integración
El proceso de construcción social de la inclusión digital que se viene desarrollando a nivel Latinoamericano, parte de la revolución digital de los medios de comunicación electrónica y el uso de tecnologías convergentes. Brasil se ha convertido en uno de los pilares de esta construcción y poco a poco se suman al esfuerzo de nuestro vecino otras naciones que, como Bolivia, han decidido y tienen el mandato constitucional de construir un nuevo modelo de Estado, eliminar la exclusión en todas sus manifestaciones y promover los derechos de las personas. Las telecomunicaciones son un derecho en el Estado Plurinacional.
Hace pocos días Brasil y Venezuela han acordado posibilitar el encuentro de naciones y apostarle al cambio con una visión estratégica para el desarrollo de ambas naciones, como parte de una “Nueva Arquitectura de nuestra América”. Este nuevo modelo debe allanar el camino para el flujo de información entre ambos territorios y, por supuesto, consolidar el proceso de integración latinoamericano como un nuevo modelo a escala mundial, teñido de verde.
Este hecho es realidad con la instalación de un cable de fibras ópticas que permiten el paso de luz coherente y por supuesto de las “Brigadas Ópticas” que llevan y traen datos e información. Este cable de fibras ópticas es uno más de los siete cables submarinos que aterrizan en el suelo Venezolano. Desde allí se dirige a Cuba y Jamaica desde donde se interconectará, en lo futuro, con el resto del mundo. Es una autopista que se ha construido dentro las aguas calientes del Atlántico que podrá articular también a otros países de Sudamérica, tal es el caso de Colombia. Las Brigadas Ópticas de la Información tendrán que recorrer 230 Kilómetros desde Jamaica a Cuba y otros 1630 kilómetros más para arribar a Venezuela, desde donde terminará en Brasil, cerca de 1000 kilómetros más al sur. Una gran autopista de una capacidad de 640 gigabytes que multiplicará por 3000 las velocidades de transmisión. Un Ancho de Banda capaz de transmitir y recibir muchos datos e información. Su vida útil está programada para 25 años, tiempo suficiente para lograr erradicar la exclusión.
La visión estratégica de este proceso de integración es el de desarrollar no solo países con potencialidades concretas en el área de telecomunicaciones, sino también un nuevo escenario continental con respecto a las otras regiones que hacen parte del mundo y que hacen ostento de un modelo social denominado “Sociedad de la Información”, un viejo paradigma de años pasados que en Bolivia, como en casi todos los países del continente, fracasó.
El objetivo de este proceso es el de democratizar el acceso a las tecnologías para los pueblos de América y la integración en áreas sociales, educativas, médicas y tecnológicas. La Secretaría General de la UIT saludó esta iniciativa ya que posibilitará la conectividad cubana, postergada por años de intolerancia norteamericana.
Hasta hace poco, el Océano Pacífico detentaba las mejores autopistas ópticas. Bolivia tiene una dependencia de larga data con las redes ópticas del Pacífico que aterrizan en Miami. Muchos de los operadores de telecomunicaciones de nuestro país “salen” por esas rutas (Tambo Quemado, Desaguadero) de forma preferencial. Todos, incluido ENTEL, se despreocuparon por tender vías ópticas y enviar y recibir Brigadas Ópticas hacia y desde el Brasil, de donde parece ser que surge esta visión estratégica.
Bolivia tiene una oportunidad inigualable para convertirse en un nodo óptico importante si acaso se suma a esta iniciativa regional. Lo que requiere para ello es un nuevo modelo para el sector, no solamente para las telecomunicaciones, sino también para el de las comunicaciones electrónicas de carácter digital que transitan en sistemas de carácter convergente. Un ecosistema más amplio, más flexible, más dinámico, más democrático.
Cesar Böhrt Urquizo
Es ingeniero e investigador
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